Creo que a todas nos ha pasado. Vas toda feliz a entrenar con tu lookazo nuevo y ¡bam! Te das cuenta de que tus leggings se mueven, de que te los tienes que recolocar casi a cada cosa que haces y que (en el peor de los casos) puedes estar enseñando más de lo que te gustaría.

 

A mi me solía pasar, antes de Naturalkiller, claro. Unas mallas buenas, de las caras, de las que tu madre te regalaba por reyes con toda la ilusión del mundo, … salía a correr (por aquella época era runner) y antes del primer kilómetro ya me las había recolocado unas cuantas veces.

 

Otra vez, me acuerdo de que me tocó hacer unas series corriendo por parejas y mientras tú intentabas correr tu pareja te agarraba con una goma por detrás… bueno pues sólo me acuerdo de que mis legging se caían (eran de los baratos) y que me tiré todas las series agarrándome el legging.

 

No sé tú, pero yo cuando me pasaba esto me ponía de una mala leche terrible. Porque me fastidiaba mi momento: ese rato de no pensar en nada, de estar a tu aire moviendo el cuerpo, sacudiéndote el estrés y los malos rollos del día. No podía disfrutarlo porque tenía que estar preocupada de cómo estaban mis legging.

 

Acababa hasta el moño, y fue uno de los motivos por los que empecé a hacerme mi propia ropa deportiva: un buen patrón, que se ajuste bien pero que no apriete, la goma necesaria en el lugar necesario y un buen tejido, para que resista el entreno.

 

Por eso los legging de Naturalkiller llevan:

- un tiro bien definido

- doble capa en cintura

- una goma para evitar que se muevan

- un rombo entre las piernas para que se ajuste bien en la zona.

¿Que a veces cuesta ponérselos la primera vez? Sí, pero una vez te los pones, se ajustan como un guante. ¿Es el mejor sistema? Francamente no lo sé, pero sí sé que es bueno. Porque desde que tengo estos legging no me preocupo de si se me subirán o bajarán o no. Sé que no se moverán, hasta que me vaya a la ducha.

 

Y eso hace que yo entrene tranquila. Que es lo más importante.

¡Te veo en el siguiente artículo! Hasta entonces, ¡feliz entreno! (¡y recuerda, que nada te pare!

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