Si estás por aquí sabrás que somos una marca de ropa deportiva muy pequeña…
Y eso, como todo, tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. Aunque las buenas compensen por encima de las demás, hoy de cuento qué es lo mejor y lo peor de vender ropa deportiva a pequeña escala.
Entre las cosas que más me gustan, éstas son mis 3 favoritas:
1. Controlo el producto al 100%. Lo he parido yo, y eso me encanta. Ver a mujeres cuidarse con lookazos que antes sólo estaban en mi mente me llena de satisfacción.
2. Poder hablar de tú a tú con mis clientas: tener una marca pequeña permite tener una cercanía que con un gran volumen sería imposible… me encanta que me escribáis, leeros, escribiros notas con vuestros pedidos y sentir que no sólo hay una relación de compra – venta sino una unión más profunda. Esto da mucho significado a mi trabajo.
3. Seguir aprendiendo cada vez que quiero hacer algo nuevo: cuando saco un nuevo producto, toca arremangarse y estudiar, probar, fallar, testear, … esto ha hecho que me conozca mucho mejor y que vea que soy capaz de seguir aprendiendo y desarrollándome sin fin (porque la verdad, no le veo fin). Sinceramente, es una de las partes que más me gusta de emprender.
4. Bonus: leer que habéis entrenado con un sujetador mío y que no se os han movido las lolas. Esto es de lo que mejor me hace sentir, sinceramente. Porque hacer sujetadores deportivos no es nada fácil, ya te lo digo yo.
Y entre las que menos, este es mi top 3:
1. Ser el último mono para mis proveedores. Eso quiere decir que tengo que adaptarme a los plazos de entrega o las cartas de colores que me dan, por ejemplo. Intento compensar esto tirando de estampados originales que sí dependen de Naturalkiller al 100%.
2. No tener un gran volumen para conseguir descuentos: hacer colecciones exclusivas de pocas unidades quiere decir que no puedo conseguir descuentos de mis proveedores porque les compro poco volumen. Pero, si comprara más, tendría que producir muchas más unidades de lo mismo y dejaríamos de ser una marca exclusiva, cosa que no queremos.
3. No poder sacar todos los productos que me gustaría: diseñar y probar un producto me lleva mucho tiempo, y eso hace que saque menos colecciones de las que me gustaría. ¡No es por falta de ideas!
4. Bonus: las facturas. Lo llevo fatal.
Espero que estas curiosidades te hayan ayudado a conocer mejor cómo es tener una marca pequeña de ropa deportiva.
Nos vemos en el siguiente artículo. Hasta entonces, ¡feliz descanso! (¡y recuerda, hemos venido a disfrutar!)
Nos vemos en el siguiente artículo. Hasta entonces, ¡feliz entreno! (¡y recuerda, hemos venido a disfrutar!)
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