- Itxaso Segues
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Es la reina del bádminton. Aunque por estos lares no sea un deporte mayoritario, que se diga. Es la máster and comander del mundo, que se ha comido con patatas a sus rivales asiáticas, donde este deporte sí es mayoritario, y recibe mucha más atención, recursos y presupuesto.
La última vez la vimos en acción en las olimpiadas de París de 2024, aunque tuvo que retirarse por una lesión de rodilla cuando era clara favorita para ganar su segundo título olímpico (el primero lo ganó en Rio 2016).
Si te digo la vedad, lo que más me impresiona de Carolina no es su palmarés (que sí es impresionante, sobre todo con los pocos recursos que se dedican al bádminton en España y Europa).
Lo que más me impresiona de ella es su tenacidad, su disciplina y su manera de seguir adelante cuando las cosas se ponen feas: decidió dejar su ciudad natal para pelear por su sueño a los 14 años, cuando no sé tú pero yo estaba todavía comiendo pipas en un banco con mis amigas. Se mudó a Madrid para poder entrenar en un centro de alto rendimiento y hacer realidad su sueño. Y vaya si lo ha conseguido.
Lo ha ganado todo, aunque se ha roto el ligamento cruzado de su rodilla 2 veces, en 2019 y 2021. En las 2 ocasiones ha vuelto a lo más alto. Nadie más lo ha podido hacer. Esperemos que se recupere de la lesión de las olimpiadas de París para volver a lo más alto también.
Más allá del palmarés, me admira la capacidad de trabajo de Carolina. Esa forma de seguir intentándolo a pesar de todos los obstáculos. Yo no soy jugadora de bádminton, pero es un ejemplo que me parece estupendo para casi cualquier aspecto de la vida.
Como la misma Carolina dice: “Puedo, porque pienso que puedo”. ¿No te parece una maravillosa forma de encarar la vida?
¡Te veo en el siguiente artículo! Hasta entonces, ¡feliz entreno! (¡y recuerda, que nada te pare!)
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