- Itxaso Segues
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Mireia Belmonte, además de ser la nadadora española más laureada de la historia, ha sido campeona de todo: campeona olímpica en Rio 2016, campeona del mundo en piscina larga y corta, y campeona de Europa, por supuesto. Y además, ha batido varias plusmarcas mundiales. ¿Quién quiere más?
Pero más allá de su impresionante palmarés, en el artículo del blog de hoy vamos a hablar de sus comienzos, porque me interesan mucho. Y es que Mireia se tiró a una piscina a nadar por primera vez con solamente 4 años y por recomendación médica: sufría escoliosis y los médicos recomendaron a sus padres que nadar iría bien para corregir su espalda.
Por si no lo sabías (yo he tenido que mirarlo para estar segura), la escoliosis es una desviación lateral de la columna vertebral. Parece ser que la natación es una de las mejores terapias para corregir esta desviación, que en caos graves puede ser incapacitante.
Está claro que en el caso de Mireia la piscina ha sido mucho más que una mera recomendación médica. A pesar de no tener relación con este mundo y de haber desarrollado una alergia al cloro en sus primeros meses de piscina, pronto descubrieron su potencial en el club de natación de Badalona (su ciudad natal), ganándose el apodo de “La leona de Badalona”.
Y de ahí a la gloria deportiva: participación en 4 olimpiadas (desde 2008 a 2020), 16 campeonatos mundiales y 24 europeos. Nada mal para alguien que empezó a nadar como tratamiento médico.
Si es que cuando decimos que el deporte es salud, no lo decimos por decir.
¡Te veo en el siguiente artículo! Hasta entonces, ¡feliz entreno! (¡y recuerda, que nada te pare!)
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