MUJERES QUE INSPIRAN: WILMA RUDOLPH

Igual no la conoes (yo no la conocía hasta que me puse a investigar) pero Wilma Rudolph fue en su época la mujer más veloz del mundo.

Nació en 1940 de forma prematura pesando sólo 2 kg y siendo la hija número 20 de su padre (que al final tendría 22 hijos de 2 matrimonios) y sus comienzos en este mundo no fueron nada fáciles: tuvo varios problemas de salud, entre ellos una poliomielitis a la edad de 6 años, que la dejó coja de su pierna izquierda durante un tiempo, obligándola a utilizar un aparato ortopédico.

Gracias a la insistencia de su madre y a las visitas al hospital, pudo revertir su cojera a los 12 años. Lo que nadie se esperaba era que pocos años más tarde se fuera a convertir en la mujer más veloz del planeta.

Cuando con 12 años superó los efectos de la polio y siguiendo los pasos de su hermana Yvonne, comenzó a competir en el equipo de baloncesto de su instituto. Llamaba mucho la atención por lo rápido que se movía, y no pasó mucho tiempo hasta que un entrenador la vio y le hizo una prueba para el equipo de atletismo.

Con sólo 16 años, en 1956, consiguió meterse en los clasificatorios para las olimpiadas de Melbourne. En estas olimpiadas consiguió una medalla de bronce en la prueba de 4x100m.

Fue en las siguientes olimpiadas, en 1960, donde se ganó ser “la mujer más rápida de la historia” ganando las pruebas de 100, 200 y 4x100 m. Tenía sólo 20 años y fue la estrella americana de las primeras olimpiadas televisadas.

Cuando volvió Clarksville (Tennessee) hicieron un desfile en su honor y gracias a su insistencia, fue el primer acontecimiento municipal totalmente integrado de la historia de la ciudad.

Se retiró del deporte a los 22 años, en 1962, según ella “en lo más alto de su carrera”. A partir de ahí obtuvo una licenciatura en educación primaria y fue muy activa en las protestas por los derechos civiles y la eliminación de la segregación racial.

Falleció en 1994 a causa de un cáncer cerebral.

¿Conocías la historia de Wilma? Espero que te haya gustado.

¡Te veo en el siguiente artículo! Hasta entonces, ¡feliz entreno! (¡y recuerda, que nada te pare!)