NO STRESS

Si eres como yo, que va un poco acelerada y tiene un pie en el mañana aunque todavía estés desayunando en el día de hoy, te quiero decir que tranquila. Que no hace falta acelerarse ni agobiarse.

Este sábado fue día de reyes y con eso se acabó la Navidad: las comilonas, las quedadas, los horarios despendolados y es muy probable que vuelvas pronto (o estés volviendo) a la rutina.

No sé si te pasa, a mi sí, que a veces la vuelta a la rutina se me hace cuesta arriba: porque he comido mucho y mal, porque he dejado los entrenos aparcados, porque he hecho maratones de pelis y series en el sofá… y me siento un poco croquetilla.

Y me da pereza retomar.

Me da pereza porque me veo a años luz de cómo estaba hace 1 mes. Porque los pantalones me aprietan, me pesa todo cuando salgo a correr y Semana Santa está tan lejos… pues nada, no te preocupes, aquí estoy yo para decirte que tranquila, que estresarse sobre esto no es una buena idea y que los buenos hábitos están para retomarlos poco a poco.

Porque lo bueno es que tú retomas los hábitos, y ellos se ponen a hacer su trabajo. Y de repente te empezarás a sentir mejor, te apetecerá ir a entrenar, estarás de mejor humor y oye, pues tampoco es para tanto.

¿Que te da pereza retomar esos hábitos? Claro, ni que fueras una monja. Yo te dejo aquí algunos consejos, a ver si te sirven:

·        Si te da pereza ir a entrenar sola, queda con alguna amiga. Con amigas, las cosas se hacen más fácil. Y por el camino te echas unas risas.

·        Aprovecha para estrenar esos lookazos deportivos que tienes. Si no tienes ideas, aquí encontrarás algún que otro ejemplo.

·        Tómatelo con calma. Hecho es mejor que perfecto. No tienes que batir ningún récord mundial, ni ser la mejor. Es mejor hacer algo todos los días que hacer todo sólo un día.

·        Ponte protección solar. Esto no viene a cuento pero no está de más. Que sea Enero no quiere decir que el sol no te dé, y cuanto antes cojas este hábito más te lo agradecerá tu piel.

En el fondo, sé que agradecerás volver a tu rutina, sólo hay que salvar ese primer escalón que es la pereza.

¡Desde aquí te mando mucho ánimo, y te veo en el siguiente artículo! Hasta entonces, ¡feliz entreno! (¡y recuerda, que nada te pare!)